La
conflictiva construcción del Estado liberal entre 1833 y 1869.
Entre
1833 y 1869 se produce en España un proceso de modernización
irreversible que afecta a todos los órdenes de la vida: se configura
una monarquía constitucional, inspirada en los principios liberales,
se sientan las bases de una economía capitalista y, como
consecuencia, se estructura una sociedad de clases.
El
conflicto dinástico sobre la sucesión al trono que se inició con
la muerte de Fernando VII dará origen a las
guerras
entre carlistas (absolutistas) e isabelinos (liberales), en 1833-40 y
1846-49. El triunfo de los liberales hace posible la transformación
de la antigua monarquía absoluta en monarquía constitucional.
Mientras que la división política durante el reinado de Isabel II
va a continuar entre moderados, progresistas y liberales radicales,
agudizada por la constante tendencia monárquica de inclinarse del
lado del liberalismo moderado.
La
consolidación de un sistema político parlamentario verdaderamente
representativo no fue fácil. El sufragio censitario y la
manipulación de las elecciones dejaban el sistema político en manos
de una minoría de propietarios y de las distintas camarillas
políticas. Por otra parte, el nombramiento de militares como
presidentes del gobierno (Espartero, Narváez, O’Donnell...), a
través de los pronunciamientos militares (1836, 1840, 1843, 1854 y
1868), y la persistencia de las guerras otorgaron gran protagonismo
al estamento militar y una ausencia de fortaleza de la sociedad y el
poder civiles.
Dos
fueron las constituciones que sostuvieron el entramado jurídico y
reformador de este largo período. La Constitución de 1837, de
carácter progresista. Mantenía del espíritu de Cádiz la
separación de poderes y la importancia concedida a los derechos
individuales. Por otro lado, reforzaba el poder de la corona (derecho
de veto y disolución de las Cortes; potestad legislativa compartida
entre las Cortes y el rey) y las Cortes pasaron a ser bicamerales. En
la Constitución de 1845, de corte moderado, se estableció la
soberanía compartida (reina-Cortes), el catolicismo como religión
del Estado, el sufragio censitario o la supresión de la Milicia
Nacional. El Senado pasaba a ser enteramente de designación real.
Los
distintos gobiernos del período presentaron leyes y reformas que
tuvieron como objetivo modernizar el país, consolidar el liberalismo
y acabar con algunos de los problemas estructurales de España. Entre
aquéllas podríamos destacar la división provincial, las
desamortizaciones (Mendizábal y Madoz), la creación de la Guardia
Civil, la primera ley de Educación, la Ley de Ferrocarriles, la Ley
Bancaria y la creación, en general, de reformas que tenían como
objetivo componer un conjunto unitario de leyes.
Os cuelgo la presentación de Arte griego que estamos usando en clase para seguir el tema, en varios formatos para que os sea posible descargarla, aun así si no es posible os la remitiré por correo electrónico.
El
liberalismo aspira a la eliminación de las características propias
del Antiguo Régimen, a la vez que pretende
construir
otra sociedad basada en los principios liberales. En lo político la
Constitución se erige como la norma reguladora de la vida pública.
Se rechaza la monarquía absoluta y se apuesta por la monarquía
constitucional. Se eliminan los privilegios de la nobleza y el clero,
así como el régimen señorial. Se proclaman los derechos del
individuo y la soberanía nacional, se establece la división de
poderes y el sufragio universal (masculino). Se formula la nación
como conjunto de los españoles, con igualdad de derechos políticos
y como depositaria de la soberanía nacional. El liberalismo aboga
por un estado unitario y centralizado. En lo económico defiende la
propiedad privada libre y plena, se rechazan los bienes vinculados y
los comunales, se aspira a la libertad de comercio e industria, a la
libertad de contratación de los trabajadores y a la fiscalidad
común. No se rechaza la religión, pero se tiende a limitar el poder
económico de la Iglesia y aflora el anticlericalismo.
En
las Cortes de Cádiz, entre las personas que buscan el cambio, se
aprecia una distinción entre los liberales y los ilustrados
reformistas. Posteriormente, los liberales del Trienio se dividirán
entre moderados y radicales. La oposición al liberalismo vendrá de
la mano de Fernando VII y los absolutistas, así como del carlismo.
Fernando VII deja sin efecto la obra legislativa de las Cortes de
Cádiz y persigue a liberales y afrancesados. La oposición al
absolutismo se plasmó en los pronunciamientos, prosperando el de
Riego (Trienio Liberal).
El
carlismo, por su parte, se caracteriza por su antiliberalismo, niega
la soberanía nacional y defiende el sistema foral frente a la
centralización liberal. Los carlistas encontraron apoyo en el medio
rural, donde las masas campesinas fueron el principal apoyo social.
También encontró apoyo en los artesanos, la pequeña nobleza, parte
de la jerarquía eclesiástica y del bajo clero. Desde el punto de
vista geográfico, el carlismo se extendió por Vascongadas, Navarra,
Cataluña, Aragón, Valencia, Galicia y Castilla la Vieja.
El
conflicto dinástico sobre la sucesión al trono que se inició con
la muerte de Fernando VII dio lugar a una dilatada guerra civil
(1833-1840) entre carlistas (absolutistas) e isabelinos (liberales).
El triunfo de los liberales hará posible la transformación de la
antigua monarquía absoluta en una monarquía constitucional y
parlamentaria.
Mientras
que la división política durante el reinado de Isabel II va a
continuar entre moderados, progresistas y liberales radicales. Pero
una serie de problemas van a dificultar la consolidación de un
sistema político parlamentario verdaderamente representativo,
mientras que el cambio de partido gobernante no será el resultado de
unas elecciones sino de un pronunciamiento militar o de revuelta
popular. Además, el sufragio censitario y la manipulación de las
elecciones dejaban el sistema político en manos de una minoría de
propietarios y de las distintas camarillas políticas.
Nuevo curso, nuevas caras, y otras ya bastante viejas😉, vuelvo a poner en funcionamiento el blog, que en verano no tiene demasiada actividad. Este curso se irán actualizando las entradas de 1º de ESO, 2ºde Bachillerato de Historia de España y 2º de Bachillerato de Historia del Arte, que son las materias que me toca impartir. Por supuesto hay materiales de años anteriores de otros niveles y si buscáis un poco igual alguna cosa que os pueda sonar... puede que hasta salga alguno de vosotros por ahí. Muchos de los materiales que se van a usar en clase ya están por aquí, pero se irán colocando como primeras entradas en fecha cuando estemos dando esos contenidos, otros serán nuevos de acuerdo al nuevo currículo e iré añadiendo cualquier novedad que me parezca interesante, pero ya podéis trastear y buscar de que va a ir este año... si alguno se aburre. Por supuesto todo ese material también lo tendréis disponible en classroom, y en esa plataforma tendremos más interacción, puesto que os llegarán encargos de tareas, pero sigo manteniendo el blog como una herramienta más de comunicación, por si alguien olvida en un momento dado cual es la clave del classroom y tiene la necesidad imperiosa de volver a ver ese video interesantísimo que puso la profe en clase, o ver si hay más información de la que en 50 minutos nos da tiempo a ver en el aula...lo sé tengo mucha fe 🤣😂🤣 Buen curso a todos y mucho ánimo que se puede